Spotlighting Our Farmworkers: Essential Workers Too Often Forgotten

Three farmworkers wearing protective masks squat and pick crops

Each year in March, we take time to honor farmworkers’ important contributions to our daily lives. Growing, cultivating, and picking the food that sustains us is unfortunately forgotten labor—it occurs in rural areas and out of sight of most of us—yet is absolutely essential. Even in the face of a global pandemic, as workplaces across the country ground to a halt, farmworkers continued to make sure that we always had access to fresh food on our tables.

In Pennsylvania, farmworkers labor in the shadows and lack access to some of the most basic services. A 2021 report that we issued traced the location of Pennsylvania’s “farm labor camps,” a legal term for employer-provided farmworker housing, to identify proximity to Federally Qualified Health Centers, which provide primary health care services to underserved populations, and SNAP store locations, which accept federally funded food vouchers. The report found that the majority of Pennsylvania’s farmworkers lack meaningful access to these critical health and nutrition services. This lack of access, coupled with a high rate of workplace injuries in the fields, and prolonged pesticide exposure, has created a public health crisis within our farmworker population. You can read the full report linked at the bottom of this page.

As consumers who rarely, if ever, see the hands that pick our produce, we are not forced to confront the unique circumstances within which farmworkers labor. Our labor and employment laws exclude farmworkers from some of the most basic workplace protections enjoyed by other workers. For example, despite the long hours that they often endure in the fields, farmworkers in Pennsylvania, and across much of the United States, do not receive overtime compensation. The vast majority of these workers also lack the right to organize and form unions in their workplace. This contributes to a power imbalance that is more pronounced than that present in the typical employer-employee relationship. Together with the seasonal nature of this work and a reliance on growers and labor contractors to renew future work contracts, there is a significant disincentive for farmworkers to raise what legal claims they have.

Farmworkers are essential and deserve to be treated as such—with respect and appreciation for their grueling labor in the fields. The Pennsylvania Farmworker Project uplifts farmworkers throughout the state by visiting labor camps to educate and inform workers about their legal rights. We endeavor to form relationships centered around trust with a population that remains uniquely vulnerable.

We are deeply moved by the farmworkers’ sacrifice, often leaving their families for months at a time, to keep us nourished and healthy. Farmworker Awareness Week provides a time to reflect on those sacrifices, but should not be the only time that we do so—the longer that their labor is forgotten, the easier it is to devalue just how critical farmworkers are to our daily lives.

 

Destacando a Nuestros Trabajadores Agrícolas: Trabajadores Esenciales Olvidados con Demasiada Frecuencia 

Cada año, en marzo, nos tomamos el tiempo para honrar las importantes contribuciones de los trabajadores agrícolas a nuestra vida diaria. Plantar, cultivar y recoger los alimentos que nos sostienen es desafortunadamente un trabajo olvidado, ocurre en áreas rurales y fuera de la vista de la mayoría de nosotros, pero es absolutamente esencial. Incluso frente a una pandemia mundial, a medida que los lugares de trabajo en todo el país se detenían, los trabajadores agrícolas continuaron asegurándose de que siempre tuviéramos acceso a alimentos frescos en nuestras mesas. 

En Pensilvania, los trabajadores agrícolas trabajan en las sombras y carecen de acceso a algunos de los servicios más básicos. En el año 2021 producimos un informe que rastreó la ubicación de los "campos de trabajo agrícola" de Pensilvania, un término legal para describir las viviendas para trabajadores agrícolas proporcionadas por el empleador; como para identificar la proximidad a los Centros de Salud Federalmente Calificados, que brindan servicios de atención primaria de salud a poblaciones desatendidas, y las ubicaciones de las tiendas SNAP, que aceptan cupones de alimentos financiados por el gobierno federal. El informe encontró que la mayoría de los trabajadores agrícolas de Pensilvania carecen de acceso significativo a estos servicios críticos de salud y nutrición. Esta falta de acceso, junto con una alta tasa de lesiones en el lugar de trabajo en los campos y la exposición a pesticidas, ha creado una crisis de salud pública dentro de nuestra población de trabajadores agrícolas.  

Como consumidores que rara vez, o nunca, ven las manos que recogen nuestros productos, no estamos obligados a enfrentar las circunstancias únicas dentro de las cuales trabajan los trabajadores agrícolas. Nuestras leyes laborales y de empleo excluyen a los trabajadores agrícolas de algunas de las protecciones laborales más básicas que disfrutan otros trabajadores. Por ejemplo, a pesar de las largas horas que a menudo soportan en los campos, los trabajadores agrícolas en Pensilvania, y en gran parte de los Estados Unidos, no reciben compensación por horas extras. La gran mayoría de estos trabajadores también carecen del derecho a organizarse y formar sindicatos en su lugar de trabajo. Esto contribuye a un desequilibrio de poder que es más pronunciado que el presente en la relación típica empleador-empleado. Junto con la naturaleza estacional de este trabajo y la dependencia de los productores y contratistas de mano de obra para renovar el contrato de trabajo futuro, esto crea un desincentivo significativo para que los trabajadores agrícolas presenten los reclamos legales que tienen.  

Los trabajadores agrícolas son esenciales y merecen ser tratados como tales, con respeto y aprecio por su agotador trabajo en los campos. El Proyecto de Trabajadores Agrícolas de Pensilvania destaca la dignidad de los trabajadores agrícolas en todo el estado visitando campos de trabajo para educar e informar a los trabajadores sobre sus derechos legales. Nos esforzamos por formar relaciones centradas en la confianza con una población que sigue siendo excepcionalmente vulnerable.  

Estamos profundamente conmovidos por el sacrificio de los trabajadores agrícolas, que a menudo dejan a sus familias durante meses a la vez, para mantenernos nutridos y saludables. La Semana de Concientización de los Trabajadores Agrícolas proporciona un tiempo para reflexionar sobre esos sacrificios, pero no debería ser la única vez que lo hacemos: cuanto más tiempo se olvide su trabajo, más fácil será devaluar cuán críticos son los trabajadores agrícolas para nuestra vida diaria.